​Cómo detectar signos de problemas digestivos en tu perro

20/09/2018
Si recientemente has notado algunos cambios en el comportamiento de tu perro al momento de comer o defecar, estos pueden ser signos de problemas digestivos.
Adult Dachshund sitting on an examination table being checked over by a vet.

Si has notado cambios en la digestión, la defecación o la alimentación de tu perro, es importante que lo lleves al veterinario, para que pueda realizarle un examen completo. Sin embargo, también existen muchos signos que puedes observar y que pueden indicar problemas digestivos específicos.

Es útil comprender la digestión de tu perro y lo que es "normal" para él cuando se trata de la defecación y otras funciones corporales, ya que así podrás detectar rápidamente si algo no está bien.

Diarrea y problemas digestivos en perros

La diarrea es un síntoma común de los problemas digestivos, en particular en el intestino grueso y delgado. Si tu perro tiene diarrea, sentirá la necesidad de defecar con mayor frecuencia y le sucederá muy regularmente. Es probable que las heces sean más líquidas que sólidas y pueden contener mucosidad. Las enfermedades del intestino grueso hacen que tu perro presente pequeños volúmenes de diarrea, pero que los evacúe con mucha frecuencia.

Constipación en perros

La constipación es otro síntoma frecuente de problemas digestivos y puede tener una serie de posibles causas subyacentes. Si tu perro está constipado, las heces serán duras o secas, y defecará con poca frecuencia. También pueden presentar signos de un mayor esfuerzo al intentar defecar.

Adult dog lying down on a leather sofa.

Vómitos y regurgitaciones de tu perro

Algunos problemas digestivos pueden hacer que tu perro regurgite o vomite, que son dos funciones corporales diferentes con causas distintas.

La regurgitación es una actividad pasiva que puede ocurrir inmediatamente después de tragar y hace que tu perro devuelva alimentos sólidos sin digerir. También pueden sentir dolor al tragar. El vómito es una acción refleja que se acompaña de náuseas, arcadas o salivación excesiva. Se devuelven alimentos y líquidos que pueden estar parcialmente digeridos en ácidos gástricos. Estos síntomas suelen asociarse con problemas digestivos, tales como problemas con el transporte de los alimentos al estómago a través del esófago, y con el estómago o el sistema gastrointestinal general.

La conducta y la apariencia de tu perro

Además de diarrea, constipación, vómitos y regurgitación, es posible que tu perro muestre cambios en su conducta y apariencia que pueden indicar problemas digestivos. Por ejemplo, los problemas digestivos crónicos pueden provocar incapacidad de absorber todos los nutrientes que el cuerpo necesita, lo que lleva a que pierda mucho peso y su pelaje se torne seco, opaco y quebradizo.

Los cambios en el apetito, junto con las flatulencias y el malestar abdominal, pueden ser una señal de problemas en el intestino delgado. Además, si tu perro presenta muchos de estos síntomas con frecuencia, podría ser que esté sufriendo de problemas gastrointestinales crónicos.

El primer paso para reconocer cuándo tu perro puede estar sufriendo un problema digestivo es conocer sus hábitos alimenticios y otros procesos corporales. Si su conducta cambia notoriamente, e incluso muestra señales de vómitos, constipación o diarrea, es fundamental que acudas al veterinario local para que pueda aconsejarte sobre lo que debes hacer.

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Busca un veterinario

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